domingo, 1 de marzo de 2009

“La revolución de la que nadie habla”

El 14 de febrero el FMI dio su primer paso a su plan de fortalecimiento de sus capacidades financieras, es decir, de los 150 mil millones de dólares que necesitaba la institución para alcanzar el monto propuesto de los 500 mil millones de dólares para poder hacer frente a las peticiones de crédito que sus miembros pudieran hacerle, se ha conseguido 100 mil millones desinteresados de Japón. Una de las economías más proteccionistas jamás vista en mundo y que por desgracia, no tiene intención alguna de variar su política aduanera. Además hay que tener en cuenta que esta filosofía japonesa choca de frente contra la iniciativa mundial, pactada y reafirmada en el pasado G-20, de no usar las políticas proteccionistas que en 1930 no hicieron más que retroalimentar la crisis.

Pero al margen de todo esto y las necesidades de Japón por mantener su paraguas arancelario, el FMI ha conseguido en poco tiempo casi doblar sus recursos financieros a falta de 50 mil millones, los cuales serán posiblemente recaudados a través de la emisión de DEG (Derechos Especiales de Giro) o mediante aumentos de las cuotas de los países socios. Por tanto la institución podrá ofertar sus servicios a más países con problemas en sus Balanzas de Pagos.

Actualmente el FMI tiene concedidos 50 mil millones de dólares a Hungría, Islandia, Letonia, Pakistán, Serbia y Ucrania, y todavía está en negociaciones con Turquía para emitir más ayudas.

Pero la gran pregunta que de esta noticia se desprende es que, a pesar de que el FMI ha conseguido duplicar su capacidad crediticia, a pesar de que las emisiones de créditos que actualmente tiene la institución son todavía muy pequeñas y a países muy concretos, a pesar de alcanzar uno de los objetivos propuestos en el pasado G-20 sobre la reforma de las instituciones financieras internacionales y su ampliación de recursos… ¿realmente esos 400 mil millones que actualmente posee el Fondo son suficientes para cubrir las necesidades tanto de EE.UU. como del resto del mundo si tuvieran problemas importantes en sus balanzas de pagos? Recordemos que solo EE.UU. tiene un déficit comercial de 39.290 mil millones de dólares el pasado diciembre y que intenta reducirlo desde una cota de 68.000 mil millones a duras penas (agosto 2006), además de la fuerte caída experimentada tanto de las importaciones como de las exportaciones desde junio del 2008 en todos los países del mundo.

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