lunes, 18 de octubre de 2010

Hablando de catástrofes….

Hace días un buen amigo me preguntó que qué pasaría sí realmente se desbocase la inflación, sí se disparase por completo y el banco central dejara los tipos de interés al mínimo. La respuesta por mi parte fue “pues subir los tipos de interés”. Que fácil, ¿verdad? Lamentablemente si echamos la vista a los últimos años de vida del Banco Central Europeo podremos ver como esta simple idea, en la realidad no es tan sencilla. Es más, incluso se podría decir que el BCE padece un trastorno serio de “lentitis aguda” que le impide actuar con las diligencias necesarias para afrontar la única obligación que tienen como institución: el control de la inflación.

Pero tranquilos, si el BCE no hace los deberes ni cumple con sus obligaciones existe otro mecanismo para controlar la inflación: los impuestos.

Los temidos impuestos son otro mecanismo clave pues son capaces de retirar de circulación las masas monetarias que generan los fenómenos inflacionarios, es decir, teniendo en cuenta que la inflación es un fenómeno monetario ocasionado por el exceso de dinero en la economía, los impuestos actuarían retirando dinero y controlando la evolución de los precios.

Por suerte esta medida es tan impopular que pocos gobiernos han sido lo suficientemente temerarios como para ponerla en marcha pues, como se dice en política: “quien sube los impuesto, pierde las elecciones” y a estos, no les gusta perder.