jueves, 26 de marzo de 2009

“Mamá yo quiero ser ladrón de bancos”

ATENCIÓN: EL AUTOR NO SE RESPONSABILIZA DEL USO, NI DE LOS DAÑOS O BENEFICIOS DE LAS TÉCNICAS Y ACTUACIONES DESCRITAS EN ESTE DOCUMENTO. LA FINALIDAD DE ESTE TEXTO NO SOBREPASA LA FRONTERA DE LO PURAMENTE ACADÉMICO Y DIDÁCTICO, SIN DENOTARSE NINGÚN TIPO DE ÁNIMO DE LUCRO, NI INTENCIÓN PERVERSA O ADVERSA.

“mamá yo quiero ser ladrón de bancos” Estas fueron las palabras que utilice hace unas semana delante de mi madre. Su contestación poco importa pues los acontecimientos de estas semanas cada día reafirman más esta nueva vocación en mi, además no soy el único que ha pensado en atracarlos después de saberse las cuantías económicas que las entidades financieras y bancos han recibido para capitalizarse, más los polémicos “bonus” de los trabajadores de AIG obtenidos a través de actividades especulativas contra otras entidades. Seguro que para unas buenas vacaciones sí que saco algo ;)

Dejando las bromas a un lado, la situación real es bastante más que espeluznante. No solo por el fenómeno del Credit Crunch que asola a medio mundo, ni por las continuas medidas aplicadas por los gobiernos para rescatar los últimos retales del sistema financiero, junto con las publicaciones de reformas en las entidades internacionales nacidas del Bretton Woods. Ahora los tipos de interés americanos están en un cero patatero, no se cobra prácticamente nada por los préstamos emitidos, y según la trayectoria que el Euribor ha trazado en los últimos meses no es dudable que seamos los próximos en disfrutar de esta “ventaja”.

Lamentablemente otro grupo de agentes económicos también espera esto con gran ilusión, me refiero a los especuladores de divisas, los cuales verán reducirse uno de los costes más importantes de sus operaciones de compra-venta, una reducción de su riesgo total por operación y un incremento de sus beneficios por posición. Pero ¿cómo es posible que en una situación de crisis internacional estos agentes vean oportunidades de negocio tan lucrativas?

Lectores y lectoras eso es porque el juego de la especulación con divisas es así de sencillo y efectivo, y se explica así. Imaginemos un individuo A que actuará como un especulador de divisas. Para ello necesitará una moneda de referencia con la que trabajar, en este caso usaremos el euro, y buscará un mercado donde la divisa juegue con unas fluctuaciones intradía (a lo largo de día el tipo de cambio cambia de valor) más o menos comprensibles. Para este caso usaremos el dólar, y nuestro individuo A va a operar contra esta divisa. Para ello acude al banco que hay en su barrio y pide que le presten unos 60.000 euros para comprarse un coche (mentira cochina, pero bueno). Una vez que tiene el crédito, acude al mercado de divisas y “vende” los euros por dólares (para su cálculo, esta operación se realiza cuando el tipo de cambio está en 1.3576 $/€ con una simple “regla de tres”), por tanto recibe unos 81456 dólares a cambio.

La cosa marcha, ya tenemos lo más difícil y ahora solo queda esperar a que el euro se deprecie, es decir, que el tipo de cambio que antes usamos baje (para nuestro caso usaremos 1.35 $/€). En este momento y con el nuevo tipo de cambio nuestro individuo A decide “terminar la posición”, por tanto vende sus 81456 $ para obtener euros y…¡¡¡¡ sorpresa!!!! Recibe un total de 60337 €. ¡¡¡¡Unos 337 más que el crédito inicial que pidió!!!!! ¡¡¡¡¡Y como ahora ya no hay tipos de interés el individuo A puede devolver el crédito sin costes bancarios!!!!!! ¿Sorprendente verdad? Lamentablemente el individuo A es un ser humano y por tanto la avaricia le motiva a repetir 3 veces más la operación antes de devolver el crédito y terminar el día. Si estas tres nuevas posiciones le suponen al individuo A un beneficio de 200 €/posición entonces el montante ganado al final del día será de 937€ (337 € +3*200 €). Y si lo repite varias veces a lo largo de un mes… hagan sus cálculos y verán ;)

No está mal ¿¿¿verdad??? Pero aquí viene lo realmente escalofriante… el mercado de futuros. Nuestro individuo A es conocedor de la mecánica del mercado de Futuros así que decide firmar un contrato de compra de dólares con un japonés que llamaremos individuo B (por ejemplo). Este contrato de Futuro supone que en la fecha DD/MM el individuo A intercambiará sus 60000 € por 81600 $ con un tipo de cambio de 1.36$/€, hasta esa fecha nuestro individuo A podrá seguir “jugando” con la estrategia especulativa explicada anteriormente sin ningún problema siempre y cuando para la fecha DD/MM tenga los 60000 € para el intercambio.

Una vez llegada la fecha DD/MM los individuos A y B intercambian las monedas que tienen, es decir, el Individuo A compra 81600 $ a un precio de 60000 € y el individuo B compra 60000 € a un precio de 81600 $. Hasta aquí todo bien, ¿¿¿verdad??? No aparenta que haya ningún beneficio para nuestro individuo A ¿¿verdad?? Pero la moneda de referencia con la que trabaja el individuo A es el euro, por tanto acude al mercado de divisas con sus 81600 $, y al ver que el tipo de cambio está en 1.3 $/€, sus dólares se convierten en 62769.23 €, es decir, ¡¡¡¡gana un beneficio de 2769.23 € y tiene capacidad para devolver el préstamo que el banco le concedió!!!!

Ahora sí que estamos realmente sorprendidos, ¿¿Verdad?? Bien pues, esto es lo que se considera a nivel internacional un “ataque contra divisas” ya que mientras el individuo A se ha dedicado a especular contra el dólar en intradía, sus operaciones combinadas con las de otros tantos en el mismo sentido, han generado presiones sobre la divisa haciendo que el tipo de cambio se desplome a cotas inferiores, pasando de 1.3756 $/€ a 1.35 $/€. Mientras tanto los contratos de futuros que han suscrito todos los agentes que emulan de forma sistemática la estrategia de nuestro individuo A van ganando margen a medida que la presión aumenta sobre la divisa, siendo esto su principal foco de beneficio. En resumidas cuentas, se saca dinero tanto de la especulación intradía como del Futuro de la divisa a vencimiento del contrato.

Lamentablemente este conocimiento en manos de perturbados financieros y en el actual clima de crisis internacional es inimaginablemente peligroso pues, países con endeudamiento externo demasiado altos, déficits en balanza por cuenta corriente importantes, con progresivos apalancamientos en su sistema crediticio y unos costes cero para la emisión de crédito, pueden sufrir un colapso absoluto al perder divisas con las que respaldar sus políticas anticrisis. Es decir, estas prácticas especulativas, llamadas “Tormentas Cambiarias” que se pusieron tan de moda con George Soros y sus seguidores hace unas décadas, pueden suponer para cualquier país de hoy en día su muerte definitiva en el contexto internacional….

Y esto es lo que realmente me asusta para mi Europa.

viernes, 20 de marzo de 2009

“Una oportunidad de muchas”

El pasado 10 y 11 de marzo tuvo lugar la reunión del FMI con África en la ciudad de Dar Es Salaam (Tanzania), en la que se debatieron temas importantes como la posición y peso de África en la toma de decisiones del FMI, su capacidad como votante para hacerse oír sobre los demás países miembros y la importancia de que muchos de los créditos otorgados por la institución fueran “renegociados”, es decir, dentro del aparatoso sistema de concesión de créditos y ayudas que tiene el FMI existen unos préstamos de condiciones muy blandas de por si destinados, única y exclusivamente, para países con unos niveles de renta per capita realmente bajos (una forma fina de decir países en vías de desarrollo al fin y al cabo) y que a consecuencia de la crisis internacional actual, los sistemas de pago y devolución de la deuda, y la condicionalidad a la que están sometidos estos préstamos, se vean severamente afectados por un fenómeno con el que los africanos se consideran víctimas inocentes y colaterales de él.

En resumidas cuentas, esto supone para África una oportunidad para que en la futura revisión de los estatutos del FMI los países en desarrollo ganen un mayor papel y repercusión en las decisiones y planes de acción del fondo. Ganando un protagonismo que hasta ahora no tienen, pues la mayoría de las concesiones y ayudas otorgadas estaban en cierta forma controladas por los países desarrollados, los cuales dirigían las ayudas sin tener mucho en cuenta las verdaderas demandas y necesidades que los países en desarrollo tenían.

martes, 17 de marzo de 2009

Historias sobre discusiones, envidias, jefes y otras estupideces.

El pasado 25 de febrero el Directorio Ejecutivo FMI deliberó sobre los informes elaborados por su cuerpo técnico y que recibían el título de “Lecciones Iniciales de la Crisis”. El cual estaba acompañado por 3 documentos complementarios que analizaban la regulación financiera mundial, las políticas macroeconómicas aplicadas y la arquitectura mundial.

En resumidas cuentas, las conclusiones extraíbles de estos documentos radicaban principalmente en la importancia de evitar futuras repeticiones de la crisis actual en vez de delimitar los marcos de actuación importantes para controlar la que ya se padece, prestando especial interés en los mecanismos de prevención y detección que actualmente tiene el FMI y enfatizando la necesidad de crear otros nuevos para tal fin de mayor eficiencia. Además como elementos añadidos, el cuerpo técnico opina que es importante eliminar las posibles asimetrías de información existentes en los mercados financiero, con el objetivo de evitar la acumulación de riesgos de forma sistematizada. En cuanto a la arquitectura mundial, es importante recalcar que para el cuerpo técnico del FMI la segmentación en la labor de los sistemas de supervisión, junto con las regulaciones transfronterizas y el respaldo a la liquidez podrían suponer la base de la reforma propuesta anteriormente en la pasada reunión del G-20.

Ahora bien, el Directorio Ejecutivo del FMI a pesar de ver interesantes estas propuestas, y algunas hasta polémicas, la situación actual de la crisis y su dinámica les impide tomar decisiones prematuras pues este fenómeno todavía no ha llegado a su fin, y por tanto los temas exhaustivos propuestos por el cuerpo técnico serán discutidos y tratados en futuras reuniones. Lamentablemente la fecha de emisión de este comunicado del FMI es del 6 de marzo, a falta de 28 días “mal contados” para la revisión de los objetivos propuestos por el G-20 para luchar contra la crisis (fecha tope el 2 de Abril), es decir, desde el pasado 15 de Noviembre hasta el 6 de Marzo del 2009 el FMI se ha preocupado principalmente de revisar sus créditos, sistemas de condicionalidad y su capacidad financiera, realizando ampliaciones del fondos con dinero Japonés y realizando más prestamos como los 800 millones de $ para El Salvador.

A falta de 28 días “mal contados” el directorio Ejecutivo del FMI no está cumpliendo los objetivos que el G-20 propuso para la institución en el tema de realce de las reglamentaciones actuales (punto 2 del artículo “La acción es la mejor respuesta”), dejando ver pequeñas remodelaciones en temas muy puntuales sobre la financiación de los créditos concedidos (punto 4 del artículo “La acción es la mejo respuesta”) y apalancando en un cajón “para otro día” los temas que realmente son serios. Pero claro, todavía quedan 28 días “mal contados” para ponerse las pilas y crear una excusa convincente para la reunión del G-20 sobre la complejidad de la crisis, las oleadas que se padecen y la necesidad de más tiempo para abarcar reformas tan grandes.

domingo, 1 de marzo de 2009

“La revolución de la que nadie habla”

El 14 de febrero el FMI dio su primer paso a su plan de fortalecimiento de sus capacidades financieras, es decir, de los 150 mil millones de dólares que necesitaba la institución para alcanzar el monto propuesto de los 500 mil millones de dólares para poder hacer frente a las peticiones de crédito que sus miembros pudieran hacerle, se ha conseguido 100 mil millones desinteresados de Japón. Una de las economías más proteccionistas jamás vista en mundo y que por desgracia, no tiene intención alguna de variar su política aduanera. Además hay que tener en cuenta que esta filosofía japonesa choca de frente contra la iniciativa mundial, pactada y reafirmada en el pasado G-20, de no usar las políticas proteccionistas que en 1930 no hicieron más que retroalimentar la crisis.

Pero al margen de todo esto y las necesidades de Japón por mantener su paraguas arancelario, el FMI ha conseguido en poco tiempo casi doblar sus recursos financieros a falta de 50 mil millones, los cuales serán posiblemente recaudados a través de la emisión de DEG (Derechos Especiales de Giro) o mediante aumentos de las cuotas de los países socios. Por tanto la institución podrá ofertar sus servicios a más países con problemas en sus Balanzas de Pagos.

Actualmente el FMI tiene concedidos 50 mil millones de dólares a Hungría, Islandia, Letonia, Pakistán, Serbia y Ucrania, y todavía está en negociaciones con Turquía para emitir más ayudas.

Pero la gran pregunta que de esta noticia se desprende es que, a pesar de que el FMI ha conseguido duplicar su capacidad crediticia, a pesar de que las emisiones de créditos que actualmente tiene la institución son todavía muy pequeñas y a países muy concretos, a pesar de alcanzar uno de los objetivos propuestos en el pasado G-20 sobre la reforma de las instituciones financieras internacionales y su ampliación de recursos… ¿realmente esos 400 mil millones que actualmente posee el Fondo son suficientes para cubrir las necesidades tanto de EE.UU. como del resto del mundo si tuvieran problemas importantes en sus balanzas de pagos? Recordemos que solo EE.UU. tiene un déficit comercial de 39.290 mil millones de dólares el pasado diciembre y que intenta reducirlo desde una cota de 68.000 mil millones a duras penas (agosto 2006), además de la fuerte caída experimentada tanto de las importaciones como de las exportaciones desde junio del 2008 en todos los países del mundo.