lunes, 15 de febrero de 2010

Enhorabuena…. ¡Son trillizos!

Estas son las palabras que habría que dedicarle a George Papandreou, primer ministro de Grecia, tras perder la semana pasada cualquier resquicio de credibilidad al anunciar unos objetivos de deuda pública sobre PIB por lo menos fantasiosos.

Además, su intento de mostrar que Grecia no es la única con problemas para cumplir los tratados de estabilidad de Europa, con una narrativa precisa y de gran contenido didáctico para cualquier académico, no fue más que una pataleta de niño malcriado que tomando medidas desesperadas parecía que vendía a media Europa el bálsamo de Fierabrás para evitar la ruina de un país. Y hay que comprenderlo pues la situación a la que hace frente le quitaría el hambre y el sueño a cualquiera.

Por un lado el déficit presupuestario, junto con el déficit por cuenta corriente tienen al país sin margen de maniobra para la obtención de fondos y emprender reformas drásticas, lo cual históricamente se solucionaba mediante devaluaciones de la moneda para aumentar el flujo de entrada de capitales o emisiones de deuda pública… por desgracia Grecia ya está en ese punto donde ninguna de estas medidas es posible: por un lado los compromisos adoptados que permiten a Grecia formar parte de la Unión Económica Europea le priva de usar mecanismos de devaluación de moneda; y por otro lado las continuas emisiones de bonos y letras del tesoro griego han llegado a la cota de hipotecar casi todo el PIB anual del país, incrementando el riesgo de impago y ahuyentando a los inversores… lo dicho: enhorabuena George, tienes trillizos (déficit por cuenta corriente, déficit presupuestario y “déficit” en valor de mercado de tus deudas).

Pero el verdadero morbo de la situación de Grecia no radica en su malestar generalizado y social, si no en el triángulo amoroso que forma junto al FMI y la Comisión Parlamentaria Europea. Esta última, nunca prestó interés alguno por la situación de Grecia (A pesar de los vaticinios que Papandreou hacia sobre el malestar de su país el 15 de Abril del 2009) hasta que el Fondo Monetario Internacional (FMI) no inicia sus programas de asistencia y consulta a petición de la damnificada. ¿Qué pasa con Europa? ¿Acaso cree que le van a quitar su querida Grecia? ¿O teme el enorme desprestigio que supondría que una institución internacional como el FMI, institución que ha socorrido tradicionalmente a países en desarrollo, ayudase a uno de sus miembros? De todas formas, y obviando temores varios, ¿qué tiene de malo que un miembro de la actual Europa solicite ayuda a una organización como el FMI? ¿No está acaso para eso, para prestar asistencia a quien la necesite? Reino Unido lo hizo en 1979 y les ha ido bastante bien…. No sé de qué se quejan.

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